LA ASOCIACIÓN DEPORTIVA SAGRADA FAMILIA... UN EQUIPO, UN BARRIO... UNA IDENTIDAD.
Por: Dr. Guillermo Carvajal Alvarado
Presidente Asociación Deportiva Sagrada Familia
El barrio es futbolero, bueno los sábados y domingos, los otros días las actividades recreativas son múltiples, tirar dardos, bailar, birriar, chismear, contar chistes y saber reírse.
Pero el fútbol ha ocupado un lugar privilegiado en la vida del barrio, mujeres, hombres, niños, ancianos y todo vecino de barrio tiene que ver con el fútbol.
Así se formó el barrio, lleno de equipos de güilillas, de jóvenes y ahora de veteranos y también de mujeres. El fútbol le da vida al barrio y la identidad del barrio gira en torno a su primer equipo
Aunque antes de la llegada del equipo a la liga profesional hubo mucha vida deportiva, muchos equipos, era un campeonato largo y bien organizado. Con un equipo en segunda división y en ocasiones en primera división el fútbol se impuso como actividad que amalgama social, de los habitantes de esa barriada.
Ahora esta historia no es tan vieja , se inicia en 1974, cuando Atlético Medellín jugó el campeonato de barrios y pueblos en representación del barrio Sagrada Familia.
Y aunque la gente no lo sabe el entrenador que nos llevó a jugar en Segunda División fue el hijo de doña Romelia, quien apenas había sido un modesto jugador de fútbol, pero que de entrenador, tenía la suerte que se requiere y el buen tino de seguir los consejos de la afición. Sí, les hablo de Luis el de Olga, si ese mismo que sirve los tragos y las birras, profesión que antes era cantinero y que hoy llaman el bartender. Luis, el palidejo, fue el entrenador que nos llevó a Segunda División, aunque pocos lo saben en el barrio y fuera de él que cada vez que puede lo recuerda con lujo de detalles, el resto de la gente creería que se trata de un chiste.
El gran equipo de Jorge Calderón, quien reclutó a los jóvenes valores que venían del Cascarita, y además reforzó el equipo con unos bichos traídos de
En el año de 1981, ya el equipo de Sagrada Familia era un equipo grande del fútbol de segunda división y en ese año ascendió a la primera división fue contra
Pancho Espinoza nos puso a festejar fue un pachangón de patada larga en el viejo bar el Medellín que para esa época administraba Arturo Ramírez quien presidía las fiestas.
Con ese glorioso equipo, por donde han pasado nombres y hombres memorables del fútbol nacional. Aun recuerdos los domingos cuando al lado de mi madre ibamos al estadio Nacional a ver aquellos muchachos que nos representaban y del cual todos y todas nos sentíamos orgullosos. El equipo siempre tuvo una barra alegre y simpática, de novias, hermanas, padres y madres y familiares de jugadores. Ese equipo era una solidaridad de familias, éramos amigos y conocidos que habíamos firmado un pacto de vernos cada ocho días en un escenario deportivo, para celebrar con nuestros héroes sus hazañas deportivas.
Al lado de la barra de Sagrada descubrí la crueldad de las barras de los equipos grandes, notablemente las barra de Liga deportiva Alajuelense y del viejo Saprissa, que hoy debería llamarse el Vergara S.A. Esas barras trataban a nuestras mujeres de lo peor, sin saber que ellas eran amas de casa y madres de los jugadores. Vinieron años malos, el equipo iba de mal en peor y hasta un año estuvo amenazado de descender ya ahora a la Tercera División y ahí volví a entrar de nuevo al fútbol, esta vez no sé quien tuvo la genial idea que por mi cargo de profesor universitario podía asumir la dirección administrativa del equipo. Lo primero que tenía que hacer era salvar al equipo del descenso a canchas abiertas. Estudie la reglamentación de ese torneo, sus normas y encontré el error... había un partido suspendido del cual debían jugarse 15 minutos, contra el desaparecido Municipal Curridabat. Preparamos el alegato y ganamos la permanencia en la segunda división.
Fue entonces cuando mi madre me dijo: Ahora que lo salvaste porque no lo haces un equipo grande. Y ya para 1989 era el flamante presidente de la Asociación Deportiva Sagrada Familia.
El tiempo se me fue volando, entre las reuniones del equipo y de presidentes de equipos de segunda. Pero muchos los proyectos se hicieron por mejorar la liga de Segunda División, convertirla en independiente, idea que un montón de copiones me robaron y la presentan como muy de ellos.
Ya del barrio había recobrado su renombre, fuimos protagonistas de varias finales y nuestra directiva se había ganado el respeto de la afición, de los jugadores y de los equipos rivales. Fue un período de gran crecimiento, todos ganamos experiencia y amigos, también nos granjeamos la enemistad y el rencor de los mediocres, que son un batallón contra los cuales no se puede pelear.
Con
De nuevo la gente se alegro, vinimos de Puntarenas directos a
La parte técnica en manos de un excelente entrenador Gerardo Ureña y Enrique Jiménez, y José Luis Bustos reclutaban jóvenes de todos lados y los equipos que presentábamos eran cada vez más fuertes. Ya para 1994 era inevitable el equipo tenía que ascender a la primera división, era el más fuerte con grandes figuras y tenía fama de ser un equipo responsable con sus obligaciones con los jugadores y en verdad que siempre se les pago a tiempo. Y así fue en 1995 en Abril estábamos ganando el ascenso de nuevo a
Además se vino el golpe de Estado en la federación y Armando Acuña, asustando a la gente que
El equipo jugó ese torneo en Primea División, pero en una liguilla de promoción con el Carmelita volvimos a Segundas. Mis leales compañeros de
Seguimos en Segunda División, liga dura, y cada vez más costosa, pero que el equipo se mantenga es ya una hazaña. Hacerlo crecer un reto y convertirlo en un gran equipo un anhelo de muchos de nuestros vecinos . Pero sé que un año de estos todo va a cambiar para bien y seremos la gran fuerza del Sur. Se los digo yo que conozco el Sur mejor que Bambán.
¡Volveremos, gente!
Nuestro reconocimiento imperecedero para los señores: Jorge Calderón Montero, Carlos Morales, Franklim Agliettí Pastor, Rafael González Angulo, chino Ortiz, Alvaro sancho, Luis Chaverrí, Edgardo Cavallini, Victor Láscarez, Randall Porras, todos ellos fundadores unos y seguidores de este sueño y el gran cariño demostrado a la A.D.S.F