miércoles, 31 de diciembre de 2008

ASI NACIÓ NUESTRO GLORIOSO EQUIPO AD. SAGRADA FAMILIA,.

EL SEÑOR JORGE CALDERON MONTERO
CON SU GRAN EQUIPO LA A.D.S.F.



LA ASOCIACIÓN DEPORTIVA SAGRADA FAMILIA... UN EQUIPO, UN BARRIO... UNA IDENTIDAD.

Por: Dr. Guillermo Carvajal Alvarado
Presidente Asociación Deportiva Sagrada Familia

El barrio es futbolero, bueno los sábados y domingos, los otros días las actividades recreativas son múltiples, tirar dardos, bailar, birriar, chismear, contar chistes y saber reírse.

Pero el fútbol ha ocupado un lugar privilegiado en la vida del barrio, mujeres, hombres, niños, ancianos y todo vecino de barrio tiene que ver con el fútbol.

Así se formó el barrio, lleno de equipos de güilillas, de jóvenes y ahora de veteranos y también de mujeres. El fútbol le da vida al barrio y la identidad del barrio gira en torno a su primer equipo la Asociación Deportiva Sagrada Familia (ADSF)

Aunque antes de la llegada del equipo a la liga profesional hubo mucha vida deportiva, muchos equipos, era un campeonato largo y bien organizado. Con un equipo en segunda división y en ocasiones en primera división el fútbol se impuso como actividad que amalgama social, de los habitantes de esa barriada.

Ahora esta historia no es tan vieja , se inicia en 1974, cuando Atlético Medellín jugó el campeonato de barrios y pueblos en representación del barrio Sagrada Familia.

Y aunque la gente no lo sabe el entrenador que nos llevó a jugar en Segunda División fue el hijo de doña Romelia, quien apenas había sido un modesto jugador de fútbol, pero que de entrenador, tenía la suerte que se requiere y el buen tino de seguir los consejos de la afición. Sí, les hablo de Luis el de Olga, si ese mismo que sirve los tragos y las birras, profesión que antes era cantinero y que hoy llaman el bartender. Luis, el palidejo, fue el entrenador que nos llevó a Segunda División, aunque pocos lo saben en el barrio y fuera de él que cada vez que puede lo recuerda con lujo de detalles, el resto de la gente creería que se trata de un chiste.

Ni sus familiares deben saber lo bueno que era Luis, como entrenador. Además buena gente como ha sido siempre, por ser director técnico nunca percibió un centavo, por el contrario tenía que poner unos centavitos, porque en Sagrada el directivo tiene que echar, esa regla la estableció don Fabio Solano, mejor conocido como Picusa, que siempre antes de empezar la sesión decía: ¡Aquí es echando y si están limpios se van para la casa! El único que escapó a esta infalible regla fue el hijo de mi mama, en esa época era un limpio y lo único que aportaba era ordenarles esas largas sesiones nocturnas en actas. Que era lo único que sabía hacer, tomar apuntes, por eso era el secretario, por supuesto que de esas actas suprimía como el 90 por ciento de la paja que hablaban y de los chismes de los jugadores que se relataban. Don Carlos Morales y Jorge Calderón siempre pedían que se rectificará tal o cual punto del acta. Y no había de otra a hacerle cabeza para recordar el asunto y hasta las palabras expresadas.

El gran equipo de Jorge Calderón, quien reclutó a los jóvenes valores que venían del Cascarita, y además reforzó el equipo con unos bichos traídos de la Colonia 15 de Septiembre que son nuestros hermanos naturales en el sur de la capital. Ambas comunidades tenemos el misma estigma, ¡un color de mafufos que no es jugando! Cosa que no es del todo cierta, porque mayoritariamente somos muy buenas gentes. Así que cuanto buen jugador había en La colonia lo hacíamos sagradeño, sino recuerden a Wichi García, Daniel López y el chiquitín Overd que un día de éstos nos dejó.

En el año de 1981, ya el equipo de Sagrada Familia era un equipo grande del fútbol de segunda división y en ese año ascendió a la primera división fue contra la A.D. Naranjo, en el estadio Alejandro Morera de la ciudad de Alajuela. La A. D. Sagrada Familia se impuso con un gol de Pancho Espinoza, si el del Liceo del Sur, Víctor, el mismo, ese hombre tranquilo y pausado, buen amigo, sonriente, aun con carita de muchacho.

Pancho Espinoza nos puso a festejar fue un pachangón de patada larga en el viejo bar el Medellín que para esa época administraba Arturo Ramírez quien presidía las fiestas.

Con ese glorioso equipo, por donde han pasado nombres y hombres memorables del fútbol nacional. Aun recuerdos los domingos cuando al lado de mi madre ibamos al estadio Nacional a ver aquellos muchachos que nos representaban y del cual todos y todas nos sentíamos orgullosos. El equipo siempre tuvo una barra alegre y simpática, de novias, hermanas, padres y madres y familiares de jugadores. Ese equipo era una solidaridad de familias, éramos amigos y conocidos que habíamos firmado un pacto de vernos cada ocho días en un escenario deportivo, para celebrar con nuestros héroes sus hazañas deportivas.

Al lado de la barra de Sagrada descubrí la crueldad de las barras de los equipos grandes, notablemente las barra de Liga deportiva Alajuelense y del viejo Saprissa, que hoy debería llamarse el Vergara S.A. Esas barras trataban a nuestras mujeres de lo peor, sin saber que ellas eran amas de casa y madres de los jugadores. Vinieron años malos, el equipo iba de mal en peor y hasta un año estuvo amenazado de descender ya ahora a la Tercera División y ahí volví a entrar de nuevo al fútbol, esta vez no sé quien tuvo la genial idea que por mi cargo de profesor universitario podía asumir la dirección administrativa del equipo. Lo primero que tenía que hacer era salvar al equipo del descenso a canchas abiertas. Estudie la reglamentación de ese torneo, sus normas y encontré el error... había un partido suspendido del cual debían jugarse 15 minutos, contra el desaparecido Municipal Curridabat. Preparamos el alegato y ganamos la permanencia en la segunda división.

Fue entonces cuando mi madre me dijo: Ahora que lo salvaste porque no lo haces un equipo grande. Y ya para 1989 era el flamante presidente de la Asociación Deportiva Sagrada Familia.

El tiempo se me fue volando, entre las reuniones del equipo y de presidentes de equipos de segunda. Pero muchos los proyectos se hicieron por mejorar la liga de Segunda División, convertirla en independiente, idea que un montón de copiones me robaron y la presentan como muy de ellos.

Ya del barrio había recobrado su renombre, fuimos protagonistas de varias finales y nuestra directiva se había ganado el respeto de la afición, de los jugadores y de los equipos rivales. Fue un período de gran crecimiento, todos ganamos experiencia y amigos, también nos granjeamos la enemistad y el rencor de los mediocres, que son un batallón contra los cuales no se puede pelear.

Con la Asociación Deportiva Sagrada Familia pasamos momentos muy lindos, llenos de anécdotas, fui presidente, director técnico, lavaba los uniformes, compraba los balones y los uniformes, bueno Jorge Calderón, me lo había enseñado que si uno se mete a esto hay que hacerlo con pasión, y así lo hice.

De nuevo la gente se alegro, vinimos de Puntarenas directos a la Iglesia del barrio, oímos una misa y luego al estadio Teodoro Picado a festejar el ascenso, todos los vecinos del sur lo disfrutaron mucho, ya para ese entonces el equipo jugadores y sus directivos eran noticia, o hacíamos la noticia.

La parte técnica en manos de un excelente entrenador Gerardo Ureña y Enrique Jiménez, y José Luis Bustos reclutaban jóvenes de todos lados y los equipos que presentábamos eran cada vez más fuertes. Ya para 1994 era inevitable el equipo tenía que ascender a la primera división, era el más fuerte con grandes figuras y tenía fama de ser un equipo responsable con sus obligaciones con los jugadores y en verdad que siempre se les pago a tiempo. Y así fue en 1995 en Abril estábamos ganando el ascenso de nuevo a la Primera División.

Además se vino el golpe de Estado en la federación y Armando Acuña, asustando a la gente que la A.D. Sagrada Familia, no ascendería a la Primera División, si sus directivos no se alineaban con la oposición. ¡ Pobre hombre! No sabia con quien se estaba metiendo, le montamos una Federación paralela y arrancamos el campeonato y él tuvo que salir de la Federación de Fútbol en carreras.

El equipo jugó ese torneo en Primea División, pero en una liguilla de promoción con el Carmelita volvimos a Segundas. Mis leales compañeros de la Junta Directiva se mantuvieron en sus cargos. Ya en dos años de nuevo el nombre del equipo figuraba en los primeros puestos.

Seguimos en Segunda División, liga dura, y cada vez más costosa, pero que el equipo se mantenga es ya una hazaña. Hacerlo crecer un reto y convertirlo en un gran equipo un anhelo de muchos de nuestros vecinos . Pero sé que un año de estos todo va a cambiar para bien y seremos la gran fuerza del Sur. Se los digo yo que conozco el Sur mejor que Bambán.

¡Volveremos, gente!


Nuestro reconocimiento imperecedero para los señores: Jorge Calderón Montero, Carlos Morales, Franklim Agliettí Pastor, Rafael González Angulo, chino Ortiz, Alvaro sancho, Luis Chaverrí, Edgardo Cavallini, Victor Láscarez, Randall Porras, todos ellos fundadores unos y seguidores de este sueño y el gran cariño demostrado a la A.D.S.F